Hasta que llegó el día y al fin el arte y yo nos encontramos en el salón de clases de Yadyra.
Sentía mucha ansiedad, nerviosismo, miedo, curiosidad. No les voy a negar que estuve a punto de no ir, inventarme una excusa, pero ¡vamos! nunca he sido una persona cobarde. Y ¿qué podía perder? Igual, gracias a Dios, era yo sola porque sí hubiese sido una clase multitudinaria quizás ni siquiera me habría inscrito.
Básicamente creo que más bien, es el miedo al fracaso lo que nos mueve a no probar cosas nuevas. El miedo es nuestro mayor enemigo pero todos somos humanos y tenemos derecho a sentirlo. Sin embargo, también tenemos derecho a superarlo.
Yadyra se sentó a conversar conmigo. Me preguntó que por qué quería pintar. Quedé en shock; no sabía que responder. Era una pregunta simple, pero los nervios son así, hacen que nuestra mente se ponga en blanco. Quería decirle - Bueno, no tengo idea (creo que se lo dije con una sonrisa), pero después de pensarlo más detenidamente le conté que mi papá había muerto hace menos de dos meses y que nosotros teníamos una relación hermosa. Le conté que lo admiraba y que también mi papá pintaba. Así que, desde que tengo uso de razón, estoy viendo pinturas, pinceles y cuadros en mi casa, pero debido a que una vez probé a pintar con oleo sin que nadie me enseñara primero, el resultado fue terrible, por lo que nuevamente me dije que esa expresión de arte no era para mi.
Creo que lo que principalmente hizo que quisiera pintar es que mi papá no está y lo extraño mucho, gracias al cielo, todos sus cuadros han dejado su esencia. Él ha dejado en ellos, una marca. Él dejó en ellos alguna ilusión, un sentimiento, un pensamiento. Esa es la razón por la que quiero pintar, quiero ser capaz de dejar mi esencia, poder dejar una parte de mi, de lo que siento en ese cuadro, en esa pintura. Cuando nos vamos desaparecemos pero esa parte queda allí, y soy un poco egoísta por querer permanecer aquí eternamente.
Hoy en día entiendo que pintar también hace que me conecte con mi padre. Entiendo su proceso y a su vez ese lado del cerebro que estaba dormido se va despertando y las cosas más hermosas del ser humano fluyen. Este proceso es hermoso. Más adelante les seguiré contando todo lo que se siente.
Volviendo a mi primera clase, después de darle ese pequeño discurso a Yadyra. Vi su cara con expresión perpleja cuando me dijo que le había dicho la cosa más hermosa. Me dijo que la inspiración que tenía venía del sentimiento más hermoso como lo es el amor. Así que luego de darme una clase sobre los principios básicos, como lo son el punto medio y el punto áureo. Me dí cuenta que la matemática también está en la pintura, y de eso sí me enseñaron.
Luego se dispuso a traerme un par de manzanas para que escogiera cual pintar. Tomé la más particular, la miré y nuevamente me quedé en blanco como la página que tenía en frente. Me dijo que determinara donde la dibujaría, que hiciera un círculo, empezó el esbozo y al final el resultado fue maravilloso. ¡Sorpresa! Si puedo dibujar, y por lo visto algo de talento tengo.
Les dejo unas imágenes de los resultados de la primera clase.
Un abrazo y hasta la próxima!
Déjenme algún comentario, así sabré que estuvieron por aquí.
Felicitaciones!! Sigue así que se ve que tienes talento!!
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